“Desde el 17 de julio de 2024 se encuentra en la órbita de la Secretaría de Desarrollo Productivo un esbozo de proyecto de Ley, que contempla la posibilidad de que los laboratorios de los ingenios azucareros realicen los llamados ‘análisis directos’, para valorar correctamente la calidad del jugo de la caña de azúcar que entra a molienda”, dijo el asesor azucarero Franco Fogliata.
Añadió que en la actualidad todo el sector conoce que esta materia prima conlleva una importante cantidad de materias “extrañas”, provenientes de la cosecha totalmente mecanizada que tiene Tucumán al día de hoy. “Además, está comprobado que ese material afecta directamente el valor del pol% caña y, por ende, el rendimiento fabril de caña obtenida al final; o sea, los kilos de azúcar por tonelada de caña molida”, dijo.
Recordó que en 2020 se presentó un proyecto de Ley con alcance nacional en el mismo sentido, con la firma de la ex senadora Silvia Elías de Pérez, denominado Análisis Directo Digital y uniforme de la valoración de la caña de azúcar.
Señaló que los fundamentos de la presentación ante la Secretaría de Desarrollo Productivo, tienen como bases fundamentales las siguientes partes:
• La necesidad de actualizar las técnicas analíticas para calibrar correctamente la calidad del jugo de la caña de azúcar que entra a molienda, por ser una cuestión clave para conocer los kilos de azúcar reales obtenidos por tonelada de caña procesada y entregada por los productores cañeros para su industrialización.
• Que de esta forma surgirá la coparticipación de azúcares como el sistema de pago amparados en el régimen de Maquila Agropecuaria según lo estipula el artículo 4° de la Ley nacional 25.113.
• Que de dicha coparticipación surge el porcentaje de azúcares acordados hoy en día libremente entre cañeros e industriales, pero cuyos parámetros contenidos en las fórmulas vigentes y que dan lugar a conocer los azúcares que serán coparticipables, también es necesario actualizar al no existir normas nacionales que encarrilen este tema.
Según el último censo agropecuario, Tucumán cuenta con 6.550 cañeros independientes, que poseen más del 70% de la caña de azúcar cosechable, en una superficie de 294.470 hectáreas. “En un contexto global, cañeros e industriales son ‘socios obligados’ en este proceso agroindustrial, que es el mayor aportante al PBI industrial de la provincia”, dijo.
Consideró que la provincia tiene un sistema actual de los métodos analíticos basados en fórmulas y parámetros totalmente anacrónicos y perimidos para la moderna tecnología del mundo azucarero, al extremo que el sistema actual en obtener el jugo y su posterior análisis se denominan genéricamente como “análisis indirectos” y sus orígenes se remontan a 1928.
“Esta metodología de trabajo introdujo el denominado jugo de primera presión (PP) y del cual luego del correspondiente análisis surgen los elementos claves para conocer los kilos de azúcar obtenidos de cada tonelada de caña molida y su coparticipación, que comenzó con el 50% por ambas partes en aquella época”, indicó Fogliata.
Dicho sistema, añadió, duró varios años con sus lógicas variaciones hasta que el tormentoso cierre de los 11 ingenios en 1966 obligó a replantear todo ese esquema de trabajo y así surgieron las Leyes nacionales 17.163, reemplazada por la 19.597, pero que seguían trabajando con el jugo PP. “A partir de ese año comenzó a regir por Ley la fórmula base para obtener el rendimiento fabril y así conocer los kilos de azúcar logrados por tonelada de caña para su coparticipación establecidos según Ley en 57,6% para el cañero. En 1992 se introducen ligeras modificaciones, pero aquellos anacrónicos parámetros seguían incólumes hasta hoy día”, puntualizó.
Explicó que aquella fórmula de 1972 era sobre la base de cosechar caña limpia -pelada y despuntada manualmente-, dado que la mecanización de cosecha era aún incipiente. “Actualmente Tucumán tiene más del 90% con cosecha totalmente mecanizada -según el sistema australiano- y ello obliga a cambiar todo aquel esquema basado en los ‘análisis indirectos’ para caña limpia, pues con la mecanización total, ingresa a molienda ‘caña sucia’ con restos de cosecha con valores mínimos promedios del 10%”, dijo.
Destacó que está demostrado científicamente desde hace varios años que esos residuos de cosecha inciden negativamente en cuanto al cálculo final de los kilos de azúcar por tonelada de caña obtenidas con la molienda y así, además de perjudicar todo el proceso fabril, se afecta la coparticipación.
“Debido a ello resulta necesario introducir nuevos conceptos en cuanto a técnicas analíticas que permitan cuantificar ese aumento de fibra que ingresa a molienda con la ‘caña sucia’ y lograr una valoración correcta en cuanto a la calidad del jugo para obtener los reales kilos de azúcar por tonelada de caña, sin necesidad de incorporar valores o coeficientes teóricos y anacrónicos en sus cálculos como viene desde 1967/72 con el conocido ‘factor de Java’”, afirmó.
Agregó que también la ciencia demostró que ese factor deprime los reales valores de sacarosa en el jugo y así afecta directamente los azúcares finales obtenidos.
“Cuando se promulgó la citada Ley 19.597 se asignaron a Tucumán un factor de 0,81 vs. 0,82 para Salta y Jujuy sin ninguna razón técnica que explicara esa diferencia. Así Tucumán pierde cuando a la sacarosa del jugo PP se aplica dicho factor para obtener la sacarosa real quedando a un lado la teórica”, puntualizó Fogliata.